Gran proyecto en tierra de nadie
Construcción de los tres primeros parques solares en Crimea
Un conocido oligarca quiso aprovechar su oportunidad: Ucrania acababa de aprobar una lucrativa tarifa para las energías renovables y quería ser el primero en beneficarse de ello construyendo unos grandes parques solares. Se buscó una directora para el gran proyecto que debía construir in situ de la nada este parque solar: no había disponibles ni colaboradores ni conocimiento técnico ni material ni las correspondientes licencias.
Asumí con gusto dicha tarea pues contenía todo aquello que me gusta: condiciones poco claras, un reto impredecible, un alto componente cultural, la aplicación de mis conocimientos de lenguas extranjeras, en este caso el ruso, y un elevado componente técnico, así como la colaboración con ingenieros, distribuidores y proveedores logísticos. Una enorme caja negra que poco a poco fui aclarando para mi cliente, recopilando información y avanzando en el proyecto.
Hoy en día los parques solares generan 197,5 MW de energía.
Sensibilidad y conocimiento técnico
Ahorrar 30 millones de dólares en la fabricación de semiconductores
Un gran consultor estratégico había planteado al fabricante de semiconductores un importante potencial de ahorro, incluyendo una gran reducción del personal. Debido al gran recorte de los precios del sector, esto resultaba ser algo imprescindible. La puesta en práctica debía llevarla a cabo un director de proyecto interno que, no obstante, se despidió a corto plazo.
Asumí el puesto y con él algunas tareas de gran importancia: diferenciarme a nivel interno de la asesoría mayor y ganarme la confianza entre los trabajadores, valorar las propuestas de mejora mediante los conocimientos técnicos y establecer prioridades con la dirección de la empresa, actuar como sparring o, en su caso, desarrollar un plan B y hacer un seguimiento de las medidas individuales, y reunirme regularmente con los directores ejecutivo y de operaciones.
El proyecto salió adelante, se ahorraron 30 millones de dólares. Gracias a una estrecha colaboración con el comité de empresa, indemnizaciones atractivas y jubilaciones parciales no hubo que recurrir a ningún despido.
Del fabricante al proveedor de soluciones
Un fabricante de maquinaria e instalaciones suizo se ve obligado a transformarse radicalmente
La empresa era desde hace años un importante miembro dentro del mercado de maquinaria para la fabricación de obleas, células solares y módulos. La marca estaba en plena expansión y por ello apenas había tiempo para construir otros modelos de negocio alternativos. Con la caída del mercado surgió de repente una difícil necesidad cultural: había que transformarse de simple vendedor en diseñador de soluciones para los clientes.
Un problema que yo conocía bien de proyectos anteriores y que constituía una de mis debilidades: la transformación de la forma de pensar de todo un equipo, departamento y organización; en el mejor sentido de la palabra, crear una nueva cultura.
En colaboración con el equipo desarrollé un nuevo sistema modular, que facilitaba a los clientes soluciones altamente personalizadas y generaba entre los trabajadores la sensibilidad para consultar activamente los problemas de los clientes y resolverlos realmente con los módulos.